Carnaval
(Artículo de D. Cayo Tomás González Picazo)
SU HISTORIA
Posiblemente, los orígenes del Carnaval en Tarazona de La Mancha datan de la época medieval, al igual que en otros muchos lugares.
Podemos remontarnos hasta mediados del siglo XVI, al concederle el Rey Felipe II el privilegio de villa (año 1564) y posteriormente en las Relaciones Topográficas del mismo Rey (año 1575) se dice que «había 400 casas y 500 vecinos», existiendo ya un núcleo de población importante.
- Miguel de Cervantes en su libro «El ingenioso hidalgo D. Quijote de La Mancha» (año 1605) hace referencia al Carnaval al hablar de «gente con disfraces» por estas tierras manchegas.
En un Acta de un Acuerdo del Ayuntamiento Pleno de Tarazona, de fecha 3 de junio de 1894, encontrada en el Archivo Municipal, se hace mención por primera vez al Carnaval de esta localidad, especificando el pago a la Banda de Música Municipal (creada en 1883, en fecha 28 de enero) por animar con su música el Carnaval del citado año 1894.
En la Ordenanza de Buen Gobierno de 1899 (abajo reproducida) se regulan varios aspectos del Carnaval. En ella podemos leer lo siguiente:
- En los días de Carnaval se permitirá, si por las circunstancias se creyera oportuno, andar con disfraz, careta o máscara, pero se prohíbe llevar la cara cubierta después del toque de oraciones.
- No se permitirá disfraces que puedan afrentar a la Religión, Magistraturas, clases del Ejército como llevar armas, hacer o imitar, parodiar, ni ofender en lo más mínimo a las personas con bromas, expresiones o gestos de mal género, ni arrojar aguas, harinas, ceniza, tierra o sustancias que puedan causar daño.
- Nadie podrá permitir ofender a las máscaras, ni quitarles las caretas, pues en caso de que cometieren alguna falta, la Autoridad y sus Delegados son los únicos competentes para ello.
- Los enmascarados que faltaren a lo establecido en los artículos anteriores serán detenidos y puestos a disposición de la Autoridad para, en su caso, proceder a lo que hubiere lugar.
SUS CARACTERÍSTICAS
El Carnaval en Tarazana de La Mancha es «singular», y con unas características esenciales que lo distinguen del de otros lugares. Es un Carnaval popular, participando en él gran cantidad de personas de todas las edades (raro es la casa o familia del pueblo donde no se disfrace alguien) ; es callejero, puesto que se desarrolla en plena calle y Plaza Mayor; es teatral, se hace el «número», se actúa, se realiza la representación de acuerdo con el disfraz que se lleva puesto; y , sobre todo, es un Carnaval acogedor, donde las personas que vienen de otros lugares, se sienten aquí como en su propia casa.
Las «máscaras» o «mascarutas» tradicionales llevan puesto en la cabeza una caja de cartón (caja de zapatos) y van cubiertas con una colcha. La cara se la tapan con una careta de tela. Dan la «murga» con un «mosquero» (matamoscas hecho con un palo o caña y en uno de sus extremos lleva pegadas tiras de papel de colores) , también llevan un frasco de plástico con agua y colonia, polvos de talco o cepillo de la ropa. Van diciendo a la gente que las mira: ¡Ay que tonto que eres, que no me conoces!
Tradicionalmente, cuando salían más máscaras era el lunes de Carnaval, que se llama «Día de los Espantajos».
LOS DÍAS
Desde el año 1985, dura oficialmente seis días.
A principios del siglo XX había sólo tres días de Carnaval (domingo, lunes y martes) , siendo este último el día más importante. Eran famosos en toda la comarca los «Martes de Carnaval» de Tarazona, acercándose visitantes de muchos lugares.
Por el año 1960, se celebraba sólo dos días de carnaval (lunes y martes), perdiéndose la fiesta del domingo, volviéndose otra vez a los tres días anteriores en el año 1966.
En el año 1970, se añadió el primer sábado, durando el Carnaval cuatro días.
En 1972, se añadió el segundo domingo de Carnaval, que se llama «Domingo de Piñata».
Y por último, se añadió en el año 1978 el segundo sábado, llamado «Sábado de Piñata’, llegando a los seis días actuales.
Desde 1989, no se suele celebrar el «Entierro de la Sardina», el miércoles de Ceniza y que antiguamente era también muy famoso. Tal día se ha recuperado gracias al empuje del Centro Joven de Tarazona desde hace varios años.
El Concurso Provincial de Carteles de Carnaval organizado por el Colegio Público «Eduardo Sanchiz», se viene celebrando desde el año 1988, siendo el primero de la provincia de estas características, además del preludio del Carnaval de cada año, anunciándolo con el cartel ganador.
EL PREGÓN
Desde hace varios años se viene realizando la tarde del primer sábado de Carnaval el Pregón de apertura. El primer pregón lo realizó la Comparsa El Trago, la mas veterana de Tarazona, estableciéndose un orden cronológico para este acto, siendo cada año una Peña la encargada de iniciar el Carnaval desde los balcones del Ayuntamiento, abarrotándose la Plaza Mayor de disfraces, colorido, diversión y alegría.
Además de El Trago, han intervenido en este pregón (no nesariamente por este orden) Los Basureros, Los Cabezitas, El Automóvil, Los Iguanas, Los Vagos, Los Impresentables…..
LOS DESFILES
Siempre ha habido «pasacalles» o desfiles callejeros que recorren muchas calles de los diferentes rincones de la población y que acaban tradicionalmente en la Plaza Mayor.
Estos desfiles no llevan organización y en ellos van componentes de charangas, músicos, máscaras y demás personas disfrazadas que desean libremente participar. Se desfila todas las tardes durante todos los días de Carnaval y sirven para animar a la gente del pueblo a disfrazarse y a participar en la fiesta.
Desde el año 1981, se hacían desfiles sin organizar los domingos y tenían el mismo recorrido que en la actualidad (desde el «Alto de la Virgen» hasta la Plaza Mayor).
Los desfiles organizados y que se celebran los dos domingos de Carnaval, comenzaron el año 1983 y son los que hay actualmente.
El lunes de Carnaval se realiza el Desfile Infantil. Este desfile lo promovió y organizó el Colegio en el año 1988. Desde esa fecha, se viene celebrando y va desde el Colegio hasta la Plaza Mayor.
Y desde el año 2002, se celebra el martes de Carnaval, el «Día de la Mujer Carnavalera», a través del impulso y participación de varios grupos de mujeres que se unieron a las comparsas en el desfile de carnaval en ese día.
LAS COMPARSAS Y PEÑAS CARNAVALERAS
La primera comparsa oficial, es la Comparsa «El Trago», formada en el año 1970 y es la que participa en todos los desfiles. A ella se unió la Peña «La Cuba», que se formó unos años antes.
La Comparsa «El Trago» celebra siempre sus dos primeras cenas de Carnaval las vísperas de los Santos San Antón (16 de enero) y San Blas (2 de febrero), desfilando después sus componentes hasta las ermitas respectivas, y aprovechando para dar las tradicionales «vueltas» a San Antón.
Salen en los desfiles llevando la «cuba con cuerva», garbanzos «torraos» y «alcagüetas» que ofrecen a toda la gente, al igual que la Comparsa «El Puchericho» que es otra de las más antiguas.
Otras de las primeras comparsas carnavaleras son «Los Basureros», «El Automóvil», «Los Iguanas», «Los Yeperos», …
Hacia el año 1998, comenzaron a incluirse distintos tipos de vehículos representativos de cada peña en los que se colocan equipos de música para animar la fiesta. Actualmente casi todos lo llevan.
En el año 1998, se celebró la Primera Concentración de Peñas de Carnaval y la primera comida conjunta de todas ellas fue en el año 2000, todo ello con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento. En el año 2000 había 16 peñas, en el 2005 sube a 25 peñas, en 2009 unas 44 peñas, y en 2011 son ya 52 peñas carnavaleras oficialmente constituidas.
LOS BAILES
Desde siempre, los bailes del Carnaval callejero se celebran en la Plaza Mayor, por la tarde. Antes de ponerse el «tablao», los músicos tocaban subidos alrededor de la fuente y en los balcones de la citada plaza.
Los locales o salas donde se han celebrado bailes de Carnaval a lo largo del siglo XX han sido muchos, entre ellos cabe destacar: «Ferrer», «Aroca», «Ideal Moraga», «Sanchiz», «Benavente», «El Arca de Noé», «El Almendro’, «La Paloma’, «Biblioteca», «Patio de la Casa de la Cultura’ y «Cine Sanchiz» que es donde se suele celebrar actualmente el baile por la noche.
ALGUNOS PERSONAJES TÍPICOS
Hay personas que todos los años y desde hace ya muchos, han llevado y llevan siempre el mismo disfraz, haciendo su parodia con él. Son populares y «auténticos» y, por desgracia, algunos ya no nos pueden acompañar . He aquí algunos de ellos:
– Felipe «El Albañilejo», salía con la caña de pescar llena de caramelos y piruletas (antes con higos) para los niños, cantando: ‘Al higuí, higuí, con la mano no, con la boca sí’.
– «Pinchauvas», con la estufa en el «portamantas» de la bicicleta, quemando suelas de alpargatas, entre otras cosas.
– Benjamín «Sacarrún», disfrazado de Charlot.
– «El Rojete», con su disfraz de Cantinflas.
– Abraham, que es la primera persona que desde el año 1980 se adelanta al Carnaval, disfrazándose, siempre de mujer, el día de San Blas (3 de febrero).
– El hombre de la sombrilla y el bikini, José María, todo el Carnaval semi-desnudo con ambos complementos.
VARIAS ANÉCDOTAS CARNAVALERAS
En 1947, el entonces alcalde D. Edelmiro Sanchiz perseguía, junto con la Guardia Civil y Policía Municipal, a las máscaras, porque estaban prohibidas.
Por el año 1950, el alcalde D. José Muñoz Núñez (Pepito Núñez) leía la orden de prohibición del Carnaval enviada por el Gobernador Civil, desde el balcón del Ayuntamiento y acto seguido animaba a la gente a celebrar el Carnaval, disfrazándose él mismo. Las máscaras se escondían en las casas cuando eran perseguidas por la autoridad, colaborando toda la gente del pueblo en ocultarlas para «burlar» la vigilancia.
En 1954, en el baile de Carnaval, el alcalde D. Pascasio Quílez, para evitar que la Guardia Civil cerrara el baile, sacaba a bailar a todas las máscaras que había en él. Las máscaras, al entrar al baile o sitios públicos, debían levantarse la careta o antifaz para identificarse delante de los guardias.
Desde hace bastantes años, el Ayuntamiento viene colaborando con esta fiesta de Carnaval, en bailes, desfiles y otros actos que lo realzan.
«Números de Carnaval» ha habido muchísimos y de todos los estilos y gustos. Algunos de ellos han destacado por salirse un poco fuera de lo normal y que podemos considerar anecdóticos. Entre otros, se pueden citar:
– Los «chascos» que se llevaban algunos hombres que bailaban y cortejaban a máscaras vestidas de mujer y con la cara tapada, y resulta que eran hombres. Igualmente, mujeres que se disfrazaban para burlar o engañar al marido.
– Por el año 1980, un camionero de La Rioja cruzaba con su camión por primera vez por el centro del pueblo haciendo una ruta de transporte, cuando se encontró en pleno carnaval con el pasacalles de las comparsas. Éstos lo pararon y le ofrecieron unos vasos de cuerva. Tanto le gustó el ambiente, que aparcó el camión y se quedó en el pueblo toda la semana hasta que terminó el carnaval.
– Otro año, salieron vestidos de segadores llevando un carro cargado de paja de lentejas y en las inmediaciones de la Plaza, donde más gente había, comenzaron a tirar la paja con horcas a todo el público presente. Ya pueden imaginarse lo que se lió.
– Por el año 1982, salieron varias personas disfrazadas de indígenas africanos, vestidos solamente con un » taparrabos» , lanzas y escudos. Estaba cayendo «aguanieve» y con una temperatura de ocho grados bajo cero. Después de varias horas danzando, tuvieron que meterse en las dependencias de la Policía Municipal, en los bajos del Ayuntamiento, para calentarse en la estufa y ponerles mantas, al tener principio de congelación.
– En el año 1984, cayó un gran nevazo en pleno carnaval y toda la gente, con palas ayudó a quitar la nieve de la Plaza Mayor para que pudiera celebrarse el desfile. Ese año lo hicieron sólo alrededor de la citada plaza.
– Otro año, salió un día de carnaval un número simulando una piscina. Pusieron una lona en un remolque y lo llenaron de agua. Todos los jóvenes se tiraban a la «piscina» y nadaban. Parece casi normal si esto no ocurriera en el mes de febrero y estando a varios grados bajo cero de temperatura.
– A los «sufridores» los atraparon los exploradores y los tuvieron encerrados en la jaula desde primeras horas de la tarde, hasta altas horas de la noche.
– Hubo un año que salió una pandilla con un remolque haciendo la matanza del cerdo. Llegaron a la Plaza por la mañana y mataron el «gorrino«, iban haciendo el despiece y asando y friendo la carne en una cocina de gas que llevaban. Durante todo el día se lo iban comiendo y no pararon hasta terminado todo por la noche. Varios de los componentes tuvieron que ir al médico al día siguiente.
– La «burra de Ambrosio» era una asidua del carnaval. La entraban en los bares y cafeterías y la ponían en la barra como un cliente más. Eso sí, le daban de beber agua mineral con algún que otro vaso de cuerva.
– Y el «macho cabrío de Frutos» que en una cafetería lo subió a la barra y pasó corriendo de un extremo al otro. Imagínense dónde fueron las consumiciones y la gente que había alrededor.
– La «petrita de Patrocinio» que la disfraza de madrileña, de novio, de Papá Noel, de Caperucita Roja, de bailarina,. .., y baila apoyándose sobre sus patas traseras. Una maravilla.
– Aquél que para completar su disfraz, se pegó en la «calva» una gallina de «guata» y para que se le sujetara bien, se puso pegamento extrafuerte. La llevó puesta todos los días que duró el carnaval, incluso por la noche, cuando se acostaba. Pero al acabar las fiestas intentó quitársela y no podía porque se le quedó como una ventosa. Para poder despegársela del cuero cabelludo, le echaron gasoil, aceite y hasta agua caliente. Cuando se le despegó, se le quedó la piel pegada a la base de la gallina. Tuvo que ir al médico durante cuatro meses para que le curase. Dice que «vio las estrellas».
– Una persona que iba disfrazada con una careta muy fea. Un niño, al verlo, se asustó y comenzó a llorar. La madre del niño le pidió que se quitara la careta y aunque la máscara le dijo que iba a ser peor, insistió tanto la mujer, que se la quitó. El niño al verle la cara aún lloraba más. ¡Y eso que lo advirtió!
– En uno de los últimos «entierros de la sardina» que se celebró hace años, caracterizaron a «Pataca» y lo metieron en un ataúd de verdad. Después de dar el pasacalles, dejaron el ataúd de pie, apoyado en la fachada de la farmacia de Don Mateo. La gente que pasaba, al ver lo, salía corriendo y a una persona que iba en su coche le sacó la mano y, del susto, dió un volantazo y se soltó contra él, dándole la vuelta. Menos mal, que no ocurrió nada.
Estas son unas pocas de las muchas anécdotas que han ocurrido en los muchos años de Carnaval en este pueblo. Pero podemos decir y debe reconocerse que el Carnaval de Tarazona de La Mancha, es «sano» y la gente participa de las bromas con alegría y buen humor.
…Y es que aquí, en el Carnaval cabe casi todo. ¡A disfrutarlo!
En Enero de 2010 vió la luz este libro sobre nuestro Carnaval de Tarazona escrito por el gran carnavalero Rafael Talaya Panadero.